Lucio en su casa |
La librería que tiene hoy en día con miles y miles de libros proviene de cuando él era muy joven y su papá empezó a trabajar en un depósito donde tiraban gran cantidad de libros, los cuales luego ellos se encargarían de comprar y acumular en lo que formarían parte de su librería. Es decir que esa librería hoy es lo que es, debido a un esfuerzo que viene desde hace años de coleccionar diferentes géneros.
Tiene dos hijas con una mujer que no es la actual. Su mujer actual la conoció a través de negocios con libros, es decir que varios aspectos de su vida se relacionan constantemente con su profesión.
Lo que más nos llamó la atención es que no tiene ningún estudio y hasta su secundario está incompleto, porque, según él, nunca le intereso estudiar. Sin embargo, es amante de la lectura y su oficio lo hizo participar de múltiples exposiciones y viajes.
En cuanto a la colección de Cortázar, no fue donada, sino vendida a la biblioteca porque le hicieron una propuesta de dos lados, una fue desde China y la otra desde la Biblioteca nacional y decidió hacerlo con esta última por una cuestión de mantener cerca sus libros (a pesar de que fue más interesante la oferta de China) y saber que estarían en buenas manos. Según lo que nos contó, no quiere ir a verlos porque le da pena saber que ya no son de él.
Algo que también nos llamó la atención, y que nos va a servir, es que tiene una especie de taller lleno de herramientas en el que en sus tiempos libres arregla y crea diferentes cosas como tablas de cocina.
Pero además de ello tiene una vida muy interesante, en la que lleva una familia adelante, trabaja todos los días, se interesa por la investigación de diferentes autores de la literatura Latinoamericana, tiene un taller para sus momentos de ocio y un interés profundo por el arte en todas sus formas.